Son las 10 escasas de la mañana y cansados y sudorosos buscamos un rinconcito donde refugiarnos del calor y echarnos un ratito. Hemos encontrado cerca del embarcadero un hotelito por 500 baths que nos ha gustado mucho…. (ya estamos enroscados en la cama durmiendo como lirones).
Otra vez el rugido de nuestros estómagos nos ha vuelto a despertar de nuestro agradable sueño. Con hambre salimos a comer algo y de paso a inspeccionar la zona.
Koh Phi Phi no es muy grande, aunque la mayor afluencia de turismo se concentra cerca del embarcadero principal.
Tiene varias playas en ambos lados de la isla pero para bañarse mas tranquilamente lo mas recomendable es ir hasta la playa de Long Beach.
Y desde ahí nos hemos aventurado a subirnos en kayak (200 baths la primera hora y 100 las restantes). Un par de horitas para inspeccionar las calas adyacentes y disfrutar del magnífico día desde otra perspectiva.
Si lo que uno quiere es hacer un poco de ejercicio, nada mejor que subir los escalones que llevan hasta lo alto de un montículo (Viewpoint). Desde alli hay una vista increíble. A la vuelta en vez de tomar el mismo el camino, descendimos por otro sendero que nos llevo hasta otra playa y de ahí… ohoh, no hay salida. O subimos por donde hemos bajado (con este calor no apetece) o nos vamos a la aventura. Y aprovechando que la marea estaba baja, cruzamos de cala a cala hasta, sin quererlo hacer una circular acabando de nuevo en el embarcadero de Phi Phi.
Y tanto andar nos ha vuelto a abrir el apetito y nada mejor para ello que degustar un delicioso plato de la excelente cocina tailandesa. En esta ocasión una crema de coco con curry, verdura y ternera y por supuesto acompañado del plato estrella, arroz. De beber, un batido de coco. Excelente!!!
Hoy nos toca madrugar y es que la ocasión lo merece. Por ello, a las 8 estamos en pie (ya sabemos que para muchos eso no es madrugar, jejeje). Lo dicho, desayunamos algo para no empezar el día con el estomago vacío y…
-¿Qué número de pie calzas?
-Un 39-40
Y una vez en el bote todos apiñados… runrunrun, motor en marcha y palante con mucho talante.
Si señores, hemos contratado un tour que nos lleva a hacer snorkeling. Y aquí estamos 12 personas con el mismo destino por un dia.
El tour nos ha costado 500 baths e incluye la comida, bebida, fruta, mascara de buceo, tubo y aletas.
El recorrido propuesto por la agencia, se acerca minimamente al que hemos realizado, pero en esta ocasión las inclemencias del tiempo han tenido mucho que ver. Debido a la marejadilla (si no digo esta palabra rebiento), el agua no estaban en sus mejores condiciones de navegación, por lo que la tarea de manejo del bote era en muchos momentos crítica.
Resumiendo, 2 snorkelings, una parada en una isla para la comida (arroz con verduras) y… diversión, frio, lluvia, oleaje…
…que mas nos podría pasar?
Pues si os digo que la bateria del bote claudicó os lo creeis? Asi como os lo cuento. El sol anaranajado hacia sus ultimos esfuerzos por desaparecer cuando… mojados recien salidos del agua y con el camino de vuelta planeado… brummmm krek krackkkk booommm!!!! Esto no enciende, y ahora que? Solos en alta mar…
Por suerte un personajillo muy majo de un bote vecino se acercó a echarnos una mano. Cambio de embarcación. Ahora eramos los 12 que ibamos mas los que ya había en el bote que nos acogia.
A remolque con el bote escacharro contra viento y marea hasta alcanzar por fin el puerto. Pero no. Era tan grande el oleaje que tuvimos que abandonar el bote para poder llegar a tierra firme. Imagino que al día siguiente irían en su busca.
Y esta es otra historia con final feliz. Por suerte la compañía con la que contábamos durante el día fue muy buena. Una pareja de españoles, Isabel y Manel, con quienes compartimos esta experiencia. A bordo entre otros, íbamos italianos, ingleses, americanos, franceses y por supuesto, españoles.
E-Mail: unpaseilloporelmundo@hotmail.com
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